sábado, 27 de septiembre de 2008
domingo, 21 de septiembre de 2008
Cronobiología: Se descubren nuevos usos para el viagra
Un científico argentino realiza un aporte revolucionario en el tratamiento de las enfermedades del sueño. El viagra, una medicación utilizada para la impotencia en el hombre seria de ayuda en el tratamiento del síndrome de usos horarios.
“De acuerdo a los últimos avances en el campo de la cronobiología el sildenafil (más conocido como viagra) serviría para combatir el síndrome de los husos horarios”. Así lo afirma el doctor en biología Diego Golombek quien tiene a su cargo el departamento de investigación de la Universidad Nacional de Quilmes.
El citrato de sildenafil es un potente vasodilatador cuyo uso más conocido es para la indicación de la disfunción eréctil. No obstante, se ha extendido también su utilidad para el tratamiento de la hipertensión pulmonar, tanto en adultos como en niños.
El sildenafil es un potente y selectivo inhibidor específico de la fosfodiesterasa tipo 5 que es a su vez el encargado de la regulación del ritmo circadiano de sueño-vigilia. Por lo que esta droga produciría un adelanto de fase engañando al cerebro y ajustando el reloj interno a un nuevo huso horario.
La cronobiología en una ciencia moderna, encargada de estudiar de qué manera las funciones fisiológicas y el comportamiento responden a ritmos de periodos variables. De esta manera podemos nombrar a los ritmos circadianos comprendidos por oscilaciones de 24 horas de duración como por ejemplo: la temperatura corporal, el ciclo de actividad-reposo, la presión arterial, la sensibilidad a los alérgenos (como el polen), la memoria inmediata, etc. Todas estas, son variables que aumentan o disminuyen a lo largo del día. En condiciones normales, los ciclos biológicos (factores endógenos) se ajustan a los ambientales (factores exógenos), de esta manera el día y la noche sincronizan nuestro reloj interior.
Un gran número de enfermedades afectan nuestro reloj biológico pero las más comunes son el insomnio producido por el trabajo en turnos rotativos, habitual para los trabajadores de la salud; y el Jet-lag. Este es un desequilibrio producido entre el reloj interno de una persona (que marca los períodos de sueño y vigilia) y el nuevo horario que se establece al viajar en avión largas distancias, a través de varios husos horarios ya sea hacia el este o bien hacia el oeste, dominado por la disrupción del patrón normal del sueño por lo que los individuos experimentan somnolencia durante el día, e insomnio en la nueva y paradójica noche. Sus síntomas habituales son: fatiga, cansancio general, problemas digestivos, vómitos y diarreas, confusión en el momento de tomar decisiones, falta de memoria, irritabilidad y apatía.
“Según nuestros descubrimientos el sildenafil actúa en el procesamiento de las respuesta circadianas a la luz y en la disminución de la cantidad del tiempo necesario para reingresar en la próxima fase del ciclo luz-oscuridad. Estos resultados sugieren que podría ser usado para el tratamiento de las enfermedades del sueño relacionadas a la readaptación de cambios ambientales, incluyendo el jet-lag y las depresiones estacionales”, dice el Profesor Diego Golombek.
sábado, 20 de septiembre de 2008
SIETE SONETOS MEDICINALES:
¡AVANTI!
Si te postran diez veces, te levantas
otras diez, otras cien, otras quinientas...
No han de ser tus caídas tan violentas
No tampoco, por ley, han de ser tantas.
Con el hambre genial con que las plantas
Asimilan el humus avarientas,
Deglutiendo el rencor de las afrentas
Se formaron los santos y las santas.
Obsesión casi asnal, para ser fuerte,
Nada más necesita la criatura
Y en cualquier Infeliz se me figura
Que se rompen las garras de la suerte...
¡Todos los incurables tienen cura
Cinco segundos antes de la muerte!
¡PIU AVANTI!
No te des por vencido, ni aun vencido,
No te sientas esclavo, ni aun esclavo;
Trémulo de pavor, piénsate bravo,
Y arremete feroz, ya mal herido.
Ten el tesón del clavo enmohecido,
Que ya viejo y ruin vuelve a ser clavo;
No la cobarde Intrepidez del pavo
Que amaina su plumaje al primer ruido.
Procede como Dios que nunca llora,
o como Lucifer, que nunca reza,
o como el robledal, cuya grandeza
Necesita del agua y no la Implora...
¡Que muerda y vocifere vengadora,
Ya rodando en el polvo tu cabeza!
¡MOLTO PIU AVANTI!
Los que vierten sus lágrimas amantes
Sobre las penas que no son sus penas;
Los que olvidan él son de sus cadenas,
Para limar las de los otros antes;
Los que van por el mundo delirantes,
Repartiendo su amor a manos llenas,
Caen, bajo el peso de sus obras buenas
¡Sucios, enfermos, trágicos... sobrantes!
¡Ah! ¡Nunca quieras remediar entuertos!
¡Nunca sigas Impulsos compasivos!
¡Ten los garfios del odio siempre activos,
Y los ojos del Juez siempre despiertos!...
¡Y al echarte en la caja de los muertos,
Menosprecia los llantos de los vivos!
¡DIOS TÉ SALVE!
I
Cuando se haga en ti la sombra;
cuando apagues tus estrellas;
cuando abismes en el fango más hediondo, más infecto,
más maligno, más innoble, más macabro ‑más de muerte,
más de bestia, más de cárcel‑
tu divina majestad:
no has caído todavía,
no has rodado a lo más hondo...
Sí en la cueva de tu pecho más ignara, más remota,
más secreta, más arcana, más oscura, más vacía,
más ruin, más secundaria
canta salmos la Tristeza,
muerde angustias el Despecho,
vibra un punto, gime un árbol, pía un nido de sonrojos,
se hace un nudo de ansiedad.
II
Los que nacen tenebrosos;
los que son y serán larvas;
los estorbos, los peligros, los contagios, los Satanes,
los malditos, los que nunca ‑nunca en seco, nunca siempre,
nunca mismo, nunca nunca-
se podrán regenerar:
no se auscultan en sus noches,
no se lloran a sí propios
se producen imperantes, satisfechos como normas,
como moldes, como pernos, como pesas controlarías,
como básicos puntales-
y no sienten el deseo
de lo Sano y de lo Puro
ni siquiera un vil momento, ni siquiera un vil instante
de su arcano cerebral.
III
Al que tasca sus tinieblas
al que ambula taciturno;
al que aguanta en sus dos lomos, como el peso indeclinable
como el peso punitorio de cien urbes, de cien siglos;
de cien razas delincuentes-
su tenaz obcecación;
al que sufre noche y día,-
y en la noche, hasta durmiendo
como el roce de un cicilio, como un hueso en la garganta,
como un clavo en el cerebro, como un ruido en los oídos,
como un callo apostemado
la noción de sus miserias,
la gran cruz de su pasión:
yo le agacho mi cabeza; yo le doblo mis rodillas;
yo le beso las dos plantas; yo le digo: ¡Dios te salve...
Cristo negro, santo hediondo, Job por dentro,
vaso infame del Dolor!